Herbolario el Roble

Melatonina: la hormona «maestra»

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La melatonina es considerada una de las hormonas fundamentales en el desarrollo de la actividad humana ya que además de regular  la producción de otras hormonas,  su ámbito también comprende muchísimos procesos corporales, desde la mestruación a la digestión.

La melatonina es fabricada en la glándula pineal partiendo de una sustancia llamada triptófano. El triptófano es un aminoácido esencial, formando parte de los diez aminoácidos que nuestro cuerpo no fabrica por sí mismo y por tanto es necesario ingerirlo a través de nuestra dieta diaria. Se encuentra en alimentos ricos en proteínas, como granos, semillas y legumbres. Una vez que el triptófano ha sido digerido, se convierte en una sustancia denominada serotonina que después será transformada por la glándula pineal en melatonina. Hay que mencionar que la serotonina es en sí misma un importante neurotransmisor, es decir, se encarga de llevar mensajes de unas células nerviosas a otras dentro del cerebro y al resto del cuerpo. La relación entre las hormonas de serotonina y melatonina es muy estrecha y juntas influyen en nuestro comportamiento, tanto físico como psicológico.

Por su parte la glándula pineal o epífisis tiene forma de piña y está situada detrás de los ojos, en el hipotálamo. Es sensible a la luz y está relacionada con la regulación de los ciclos de vigilia y sueño. Es por tanto nuestro «reloj biológico» el que nos dice cuando tenemos que dormir y cuando despertar. A este proceso de le denomina «ritmo circadiano».

René Descartes la definió como la conexión entre cuerpo y alma y para la filosofía hindú forma parte de los siete chakras, el llamado «tercer ojo».

Las primeras investigaciones en profundidad sobre la glándula pineal y su hormona datan de los años 70 y son atribuidas al Dr. Russel J. Reiter de la Universidad de Texas. Los comienzos fueron complicados pues la cantidad de melatonina en sangre es ínfima y por tanto difícil de detectar, hasta que se consiguió la forma de sintetizarla, haciéndola químicamente exacta a la melatonina segregada por la pineal.
A partir de los años 80 fueron apareciendo las diferentes y numerosas funciones que la melatonina desarrolla en el cuerpo humano, siendo ya objeto en este tiempo de numerosas investigaciones por todo el mundo.
Los estudios se iban sucediendo y todas ellos comenzaban a demostrar que la glándula pineal y la melatonina por ella producida lejos de ser un órgano «pasivo» como hasta ese momento se creía, tenían un papel de gran importancia, interviniendo directa o indirectamente en numerosos procesos realizados por todo el cuerpo humano.
Las investigaciones descubrían las siguientes atribuciones a la melatonina:
– En la glándula pituitaria actúa como una hormona maestra estimulando la emisión de otras hormonas.
– En el cerebro actúa como un inductor del sueño, disminuyendo la actividad cerebral.
– En el corazón y sistema circulatorio reduce la producción de coágulos, lo cual a su vez reduce la posibilidad de infartos y trombosis.
– En la sangre potencia la habilidad de las células de producir anticuerpos para combatir las infecciones.
– En el intestino facilita la absorción de vitaminas, minerales y demás nutrientes contenidos en los alimentos.
– En el sistema reproductor, regenera la actividad sexual, regulando su funcionamiento.
– En todo el cuerpo, la melatonina actúa sobre las células como un poderoso antioxidante, protegiéndolas de los radicales libres causantes de enfermedades como el cáncer, enfermedades cardíacas, diabetes…
– Baja el nivel de colesterol, disminuye los efectos producidos por el estrés, y estimula el sistema inmune encargado de localizar y combatir a los agentes patógenos.
Se ha observado que los niveles de melatonina son mucho mayores en los niños que en los adultos descendiendo drásticamente en la vejez; de esta forma se hace lógico pensar que la falta de sueño en las personas de edad avanzada se debe a este hecho.
También los estudios indican que en los enfermos de cáncer y otras enfermedades crónicas los niveles de melatonina son muy bajos.
De todo ello y más, se desprende que debemos mantener unos niveles de melatonina óptimos para mantener nuestro cuerpo en las mejores condiciones. Para ello en nuestra dieta diaria no deberá faltarnos alimentos que favorezcan la producción de melatonina:
– Frutos secos como nueces y almendras.
– Semillas de sésamo y semillas de calabaza.
– Maíz.
– Plátanos, cerezas, granadas
– Cereales integrales.
– Huevos y lácteos.
– Te verde.
– Salvia.
– Menta.
– Tomillo.
– Berbena.
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Autor: herbolarioelroble

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