Herbolario el Roble


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Sueño, Salud y Juventud con Melatonina

Los tiempos de sueño y vigilia son controlados por una hormona denominada melatonina. Una sustancia que se convierte en un elemento crucial ante trastornos como el insomnio o el jet lag.

La melatonina es una hormona que nuestro cuerpo produce y que tiene un papel destacado en la regulación del sueño. Además, se trata de una sustancia que participa en otras funciones del organismo, ya que es antioxidante y ayuda a combatir la acción de los radicales libres, causantes del envejecimiento, del deterioro de las células y del desarrollo de graves enfermedades degenerativas.

La melatonina es segregada por una glándula denominada pineal, que se encuentra en el cerebro, y es producida a partir de otra sustancia, la serotonina (un neurotransmisor que actúa en el sistema nervioso central y que tiene un efecto inhibidor del enfado y de la agresión, e influye sobre el sueño, el humor, la sexualidad y el apetito).

EN LA OSCURIDAD

La glándula pineal, también conocida como epífisis, forma parte del hipotálamo y controla los ritmos circadianos; es decir, regula los ciclos de sueño y vigilia. Para poder realizar está función se sirve de la secreción de melatonina. La melatonina se produce respondiendo a factores como la edad (la producción de esta hormona disminuye con el paso de los años), el estrés, la estación del año o la temperatura. No obstante, el principal factor desencadenante de su secreción es la oscuridad, y, de este modo, el organismo sabe cuándo inducir el sueño, actuando como una especie de reloj interno. La máxima concentración de esta hormona se da entre las una y las cinco de la madrugada, que es cuando el sueño es más profundo. Por otro lado, la epífisis también la segrega después de comer, lo que explicaría por qué tenemos sueño tras la ingesta de alimentos. Además de regular el sueño, la melatonina determina el inicio de la pubertad.

SU ACCIÓN, ESENCIAL

La melatonina es una hormona crucial para el organismo. Principalmente por su papel determinante a la hora de regular el sueño, pero también por cumplir con otros propósitos, como frenar la degeneración de las células.

PODER ANTIOXIDANTE. La melatonina es un potente antioxidante, y su disminución a lo largo del tiempo está ligada al envejecimiento natural. Al neutralizar los radicales libres y estimular las enzimas antioxidantes endógenas, retrasa los signos del envejecimiento y supone un plus de salud, ya que frena la aparición de enfermedades degenerativas.

TRASTORNOS DEL SUEÑO. Esta hormona tiene un impacto especial sobre las condiciones del sueño, puesto que se encarga de generar la alternancia entre éste y el estado de vigilia. Así, trastornos como el insomnio o el jet lag estarían íntimamente relacionados con la melatonina, y el tratamiento de los mismos podría requerir la toma de suplementos a base de esta sustancia. Y es que, en muchos casos, la falta de melatonina es la causante de los trastornos del sueño que ocurren durante la vejez, asociados a los bajos niveles hormonales. Del mismo modo, al producirse con la oscuridad, cuando realizamos un largo viaje en avión (enlazando demasiadas horas de sol), también puede disminuir la concentración de esta hormona en el organismo.

LUCHA CONTRA EL CÁNCER. En los tratamientos contra el cáncer se emplea la melatonina, tanto por separado como en conjunto, con otros medicamentos. Esta hormona influye en la muerte celular de las células cancerígenas (apoptosis). No obstante, existe la contrariedad de que la melatonina, en grandes dosis, tiene un efecto cancerígeno.

La melatonina actúa sobre los tiempos de sueño y vigilia. Se produce en la oscuridad y alcanza el máximo nivel de concentración entre la una y las cinco de la mañana

OTRAS PATOLOGÍAS. La melatonina también puede ser útil en el tratamiento del Alzheimer, ya que se producen alteraciones del sueño y, en ocasiones, problemas de agresividad (síntomas que algunos expertos relacionan con la falta de melatonina). Además, forma parte de algunos tratamientos para afecciones como los zumbidos del oído, la depresión, la fatiga crónica, la menopausia, la flbromialgia o la osteoporosis.

SUPLEMENTO DE MELATONINA

Cuando los niveles de melatonina son insuficientes en el organismo, se producen una serie de desórdenes que pueden combatirse mediante el uso de suplementos hormonales. En las farmacias se venden en formato de pastillas. Aun así, es indispensable consultar antes al médico acerca de su uso y de los efectos secundarios que puedan tener en cada caso particular.

INSOMNIO: En muchas ocasiones, la falta de sueño puede estar estrechamente ligada a la falta de melatonina. Los suplementos de melatonina sirven como refuerzo y hacen la función de la hormona que debería existir de manera natural.

ANTIENVEJECIMIENTO: Gracias a su poder antioxidante, la melatonina es empleada también en tratamientos estéticos, para mejorar el estado de la piel.

Fuente. Suplemento Salud y Vida (La Vanguardia)

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Melatonina: la hormona «maestra»

La melatonina es considerada una de las hormonas fundamentales en el desarrollo de la actividad humana ya que además de regular  la producción de otras hormonas,  su ámbito también comprende muchísimos procesos corporales, desde la mestruación a la digestión.

La melatonina es fabricada en la glándula pineal partiendo de una sustancia llamada triptófano. El triptófano es un aminoácido esencial, formando parte de los diez aminoácidos que nuestro cuerpo no fabrica por sí mismo y por tanto es necesario ingerirlo a través de nuestra dieta diaria. Se encuentra en alimentos ricos en proteínas, como granos, semillas y legumbres. Una vez que el triptófano ha sido digerido, se convierte en una sustancia denominada serotonina que después será transformada por la glándula pineal en melatonina. Hay que mencionar que la serotonina es en sí misma un importante neurotransmisor, es decir, se encarga de llevar mensajes de unas células nerviosas a otras dentro del cerebro y al resto del cuerpo. La relación entre las hormonas de serotonina y melatonina es muy estrecha y juntas influyen en nuestro comportamiento, tanto físico como psicológico.

Por su parte la glándula pineal o epífisis tiene forma de piña y está situada detrás de los ojos, en el hipotálamo. Es sensible a la luz y está relacionada con la regulación de los ciclos de vigilia y sueño. Es por tanto nuestro «reloj biológico» el que nos dice cuando tenemos que dormir y cuando despertar. A este proceso de le denomina «ritmo circadiano».

René Descartes la definió como la conexión entre cuerpo y alma y para la filosofía hindú forma parte de los siete chakras, el llamado «tercer ojo».

Las primeras investigaciones en profundidad sobre la glándula pineal y su hormona datan de los años 70 y son atribuidas al Dr. Russel J. Reiter de la Universidad de Texas. Los comienzos fueron complicados pues la cantidad de melatonina en sangre es ínfima y por tanto difícil de detectar, hasta que se consiguió la forma de sintetizarla, haciéndola químicamente exacta a la melatonina segregada por la pineal.


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Lamparas de sal: iones negativos para la salud

IONIZACIÓN NATURAL

Las lámparas construidas con cristales de sal, además de su belleza intrínseca, funcionan como excelentes mejoradores de nuestros ambientes cerrados. Si bien son consideradas como eficientes ionizadores naturales, aportan otros importantes beneficios a nuestra salud. Por ello conviene detenerse en cada uno de sus aspectos beneficiosos.

Los ionizadores para hogares y oficinas surgieron como una necesidad frente la invasión de radiaciones nocivas, generadas por artefactos eléctricos en ambientes cerrados. La energía eléctrica fluye entre partículas de distintas polaridades, llamadas iones. Un ión negativo es una molécula electrónicamente cargada compuesta de oxígeno. Un ión positivo es una molécula que ha perdido sus electrones en el proceso de contaminación atmosférica.

Nuestra salud física y mental esta influenciada entre otras cosas, por la correcta ionización del ambiente en que vivimos. Hoy existen más fuentes de iones positivos que en el pasado, lo cual crea un desequilibrio eléctrico que nos afecta sensiblemente. Para comprender esto, basta con pensar cuánto mejoran nuestros sentimientos en un clima de montaña o en medio de un pinar, lugares donde se concentra una gran cantidad de iones negativos. Las variadas actividades humanas y las aplicaciones eléctricas, producen iones positivos, que provocan el deterioro de nuestro bienestar físico y emocional. Ejemplo: redes eléctricas, calefacción, sistemas de enfriamiento, televisores, radios, transmisores, radares, computadoras, extractores, microondas, teléfonos celulares, humo de cigarrillo, etc.

El exceso de iones positivos, producido por la contaminación química y electromagnética, es causa de estrés (estimula la producción de noradrenalina), puede producir insomnio, migrañas, agotamiento, hipertensión, depresión y agravar el asma y las alergias respiratorias. El aire sano y equilibrado eléctricamente contiene una proporción de 4 iones negativos y 5 positivos. Sin embargo una mayor cantidad de iones negativos mejora la calidad ambiental, elimina las partículas en suspensión del aire (polen, polvo, ácaros, bacterias) y tiene efectos neurobiológicos muy positivos; induce el relax y favorece la secreción de melatonina (mejora la calidad del sueño y de la regeneración celular).

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