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La vitamina D puede realizar una función clave para la activación del sistema inmune

Según un reciente estudio realizado en Dinamarca, los niveles insuficientes de vitamina D pueden reducir la capacidad de nuestro sistema inmunológico para reaccionar a las infecciones.

La vitamina D es necesaria para activar las células T (son células asesinas del sistema inmune), de tal modo que los niveles insuficientes de vitamina D provocan que las células T permanezcan latentes e inactivas, según los resultados publicados en Nature Immunology.

«Los científicos saben desde hace mucho tiempo que la vitamina D es importante para la absorción del calcio y que esta vitamina también está implicada en enfermedades como el cáncer y la esclerosis múltiple. Sin embargo, no se había valorado la importancia que tiene la vitamina D para la activación del sistema inmunológico, tal como sabemos actualmente», dijeron los científicos de la Universidad de Copenhague.

Este estudio se añade a un cuerpo cada vez mayor de evidencias científicas que respaldan los beneficios de mantener unos niveles de vitamina D saludables.

En los adultos, la deficiencia de vitamina D puede precipitar o exacerbar la osteopenia, la osteoporosis, la debilidad muscular, las fracturas, los tipos comunes de cáncer, las enfermedades autoinmunes, las enfermedades infecciosas y las enfermedades cardiovasculares. También hay alguna evidencia de que esta vitamina puede reducir la incidencia de varios tipos de cáncer y de la diabetes tipo 1.

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Fortalece tus defensas para este invierno

Nuestro sistema inmunológico, que es el encargado principal de defendernos de los agentes exteriores y mantener nuestra salud, puede debilitarse a medida que nuestro cuerpo va envejeciendo, a enfermedades sufridas, malos hábitos (exceso de tabaco o alcohol) o a una inadecuada alimentación que nos lleve a un debilitamiento del organismo.

En estas circunstancias, los cambios estacionales nos afectan más duramente, somos más vulnerables a padecer los ataques de agentes extraños dañinos, entre los que se encuentran los causantes de los resfriados y catarros.

Para ayudar a nuestro organismo a protegerse en estas circunstancias es conveniente utilizar diversas plantas medicinales y/o complementos alimenticios naturales cuyos ingredientes fundamentales sean la equinácea, propóleo, tomillo, jalea real . . . sólos o combinados junto con vitamina c, bayas de sauco, granada . . .

Además si seguimos una alimentación adecuada que nos aporte calor y energía, desechando en lo posible las bebidas frías y frutas no estacionales, estaremos preparados para disfrutar del invierno en lugar de combatirlo. También es muy importante dormir algo más de lo habitual. Observa tu cuerpo.